La paciencia de los aficionados parece haber tocado fondo y las protestas se suceden.
El pasado viernes, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, anunciaba a través de su cuenta de Twitter el fin de los partidos de liga que se disputan en lunes a partir de la próxima temporada.
Este anuncio, supone un nuevo capítulo de la guerra abierta entre la RFEF y LaLiga, con el contexto de las protestas de varias aficiones, hartas de sufrir las incomodidades que supone ver señalados los partidos de sus equipos fuera del fin de semana. Aprovechando que el convenio RFEF-LaLiga por el que actualmente la competencia sobre los horarios queda en manos de la patronal de clubes vence al finalizar de la temporada, Rubiales ha aprovechado la situación para apuntarse el tanto.
Pero este anuncio, aunque positivo y necesario, ha de ser solo el primero de otros muchos. También dentro del propio fin de semana existen horarios dificilmente compatibles con los usos y costumbres del aficionado medio. Y además, si a ciertos horarios sumas otros factores como medidas o dispositivos de seguridad, pueden convertir un horario en teoría aceptable, en un auténtico despropósito.
Como ejemplo de esta combinación fatal, ponemos el próximo derbi asturiano, que se jugará el domingo 24 de marzo, con la hora de inicio señalada para las 20:45h. En el mejor de los casos, la afición visitante no estará de vuelta en su ciudad hasta pasada la media noche, sumando a esto el tiempo extra para aquellos aficionados oviedistas que residan en otras localidades, siendo el día siguiente lectivo, y tras una jornada de no menos de 9 horas fuera de casa para presenciar un partido a 28 kilómetros.
Por eso, y aunque en esta ocasión no sea nuestra propia afición la que sufrirá esas incomodidades, reiteramos nuestras críticas a este tipo de dispositivos, los cuales rechazamos, así como a la falta de visión del responsable de fijar el horario, que parece no haber tenido en cuenta esta suma de condicionantes. Y es que no terminamos de entender la utilidad de este tipo de dispositivos, cuando en otros partidos de alto riesgo, como la reciente visita del Deportivo de La Coruña, su afición pudo, como es normal, moverse sin restricciones por Gijón, y sin que ocurriera ningún incidente.
Volviendo a las protestas contra los horarios que han motivado el movimiento de Rubiales, en las últimas semanas hemos visto acciones muy visuales con Vitoria y Vallecas como escenarios más representativos, y comunicados conjuntos de hinchas de los equipos afectados en esta última jornada en Primera y Segunda (Rayo, Girona, Levante, Leganés, Alcorcón y Deportivo). No podemos si no agradecer apoyar, y secundar estas protestas. Estas protestas han conseguido un nivel de respaldo y adhesión, incluso de aficionados de otros equipos, hasta ahora no visto en España. Incluso la prensa les ha dado buena cobertura, lo que ha llevado a muchos medios a descubrir el lado represivo de la productora de televisión antes conocida como LaLiga, con intentos de censura a las imágenes de los actos reivindicativos, en su continuo intento de construir el producto televisivo perfecto.
Parece por tanto, que comienza a existir el caldo de cultivo para desterrar de una vez las rivalidades a la hora de luchar por objetivos comunes, y es momento para que todos los aficionados, individuales o agrupados en diferentes tipos de asociaciones, hagamos un ejercicio de responsabilidad y hagamos crecer este movimiento en defensa del fútbol que a todos nos gusta, ese fútbol alejado de números, balances y datos de audiencia. Ese fútbol de sentimientos, pasiones, risas, penas y lágrimas de tristeza y alegría. Un camino que empieza y que dista mucho de ser el de plegarse a las directrices de LaLiga para salir en la foto.Así lo creemos en la Unión de Peñas sportinguistas.
El tiempo dirá si los gestos de Rubiales hacia los aficionados son sinceros y son la antesala para cambios más profundos, o son solo una estrategia en su lucha contra Tebas por el control del pastel del fútbol negocio.
Mientras tanto, trabajemos juntos para cambiar el fútbol.
#cambiemosElFutbol
